Ahora

rebuscando en las croquetas
los restos del cocido
que ayer dudaba
estuviera en el fuego.
Deseaba cocinarlo
contigo como
quisieras,

pero
sin atreverme

a cocer los garbanzos
¿Cómo íbamos a guisar?
Además sigo con la duda
igual querías migas.
Aquí sigo,
con el paquete cerrado,
quejándome de los ingredientes,
cuando
el único problema

sigue siendo la sopera.
Ayer lo vi,
una cacerola plateada,
pero al aterrizar
me di cuenta
que estabas

con las brasas.
Tal vez,
deseaba meterme contigo
en los fogones,
más de lo que quisiera,
pero,
menos
de lo necesario.
