24/5/07


Lloraba el gorrioncillo, tras los barrotes de oro. Lloraba cuando salía, y contemplaba el grillete de diamantes y fina plata. La puerta de barrotes de oro, pudo abrir un día y voló, voló alto. Los canarios en sus jaulas, le cantaban sin cesar. - Como puedes ser tan tonto. El gorrión apoyado en un árbol cantaba.-Tonto, tonto, pero tú, no puedes saber lo que se siente al volar por encima de las ciudades, y cruzar el mar.

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