7/9/09

Cuentos y recuentos

Uno, dos, tres, cuatro... contaba con los dedos de los pies, mientras con las manos se pelaba una naranja. Le miraban y nadie entendía porque contaba con los dedos de los pies. Ella no podía esperar a terminar de contar para comenzar a saborear esa naranja. Era el sabor entre dulce y ácido lo que más le gustaba.

No hay comentarios: