15/12/09

Sin razón


En el fondo, es un absurdo sin sentido, me acerco y sumerjo en mi dolor. Al final, absurda actitud y aptitud, acabo hurgándome las heridas con el tenedor del postre. Y en medio, lo pongo sin ponerlo. Quién sabe si algún día me atreveré a pasarme una pluma empolvada en perfume, mientras me masajeo sin tocarme la piel.

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