12/2/12

La melena rizada que me llamo a su puesto.

Me miró, le mire. Me sonrió, me resulto imposible no devolverle la sonrisa. Me saludó y me acerque. Intercambiamos palabras, llame a mi amiga, para esconderme detrás suyo. Me regaló un  vestido, no hubo intercambio de ropa me confesó que la de mujer no le quedaba bien. Huí,  le miré de nuevo y me miró. Le sonreí y me sonrió. Aún noto la caricia en la espalda que ofreció cuando se marchaba con un hasta luego, me marcho.

No hay comentarios: