1.- El derecho a no leer. (Si no puedes renunciar, ya no es un derecho)
2.- El derecho a saltar de páginas. (Puede ser que no te interese todo el libro)
3.- El derecho a no terminar un libro. (Por treinta y seis mil motivos, como que se te caiga de las manos)
4.- El derecho a releer. ("por el
placer de la repetición, la alegría de los reencuentros, la
comprobación
de la intimidad.")
5.- El derecho a leer cualquier cosa.
6.- El derecho al bovarismo (Enfermedad de transmisión textual)
7.- El derecho a leer en cualquier sitio.
8.- El derecho a hojear.
9.- El derecho a leer en voz alta.
10.- El derecho a callarnos.
Lo encontré ayer, cuando hojeaba libros en la biblioteca. Esta mañana, he estado a punto de abandonar otras cosas que quería hacer para ir a seguir. Quería seguir con la lectura bajo esa luz blanca de la biblioteca. Al final, lo he dejado para la tarde, "seguirá en la mima estantería," he pensado. Y no me he equivocado. Esta tarde lo he terminado, sin prisa. Se me ha quedado una sensación de saciedad. Creo, que me reservo el derecho a releerlo, saltando páginas y hacerlo en voz alta, para después callar.
Aquí el enlace Como una novela, Daniel Pennac
Aquí el enlace Como una novela, Daniel Pennac
No hay comentarios:
Publicar un comentario