Todos comienzan a llegar...primero mi tía, que no se cuando ha llegado, por que cuando me he levantado ya estaba aquí, luego mi primo con una barbacoa...y sigue llegando gente. Me gusta estar cuando empieza a llegar la gente, por que los saludos se distancian, y da más tiempo de poder comprobar como está la comunicación con el resto de las personas.
El ambiente se dispersa, y se comienzan ha hacer las barbacoas. No habrá suficiente pan, va a faltar. Está puñetera manía que tienen las madres y abuelas, cuando llega un cumpleaños...siempre se piensan que no va a haber suficiente, y resulta que al final siempre sobra.
Un par de malas caras, por la falta de algún comensal, y algún comentario que enseguida se calman con un par de cervezas frías y la complicidad que hay en la conversación entre hermanos.
Al terminar he salido fuera, con mi copa de champán a tirarme a la silla, mirando las estrellas...pensando...cuantas cosas cuantos días. Que paz se respira fuera...creo que me voy a coger una copa más de champán y al patio.
3 comentarios:
A veces cuanta más gente más soledad se siente..besos
Si, pero hay veces que es necesaria...de lo contrario, no tendria espacio para rallarme, jeje. Besos
Todas las cenas familiares siguen la misma tónica...
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