A quien le guste usar correa...
que busque un dueño que le guíe!
Que le compre un bonito plato
y lo llene cuando se vacíe.
Si te asfixia la correa,
mejor no des tironcitos,
coge impulso y acelera.
No mires atrás!
Cuando sepas como se suelta.
DIMELO!
Que suelta y sin dueño, una correa,
es un manjar demasiado dulce,
para andar expuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario